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Prevención de accidentes – Factor Humano

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Prevención de accidentes – Factor Humano

Prevención de accidentes – Factor Humano

Los accidentes se deben en su mayoría al factor humano y no a situaciones fortuitas o a la mala suerte. La ignorancia de normativas, el estado psíquico y las actitudes influyen de manera decisiva en la causa de los accidentes (Schultz, 1985)

La Psicología de la Seguridad incide en la disminución de los accidentes laborales, como instrumento de intervención organizacional.

Bajo este marco, Sistemas Reid, consultora argentina con más de una década de actuación en la prevención de accidentes, propone la implementación de un Programa Comportamental Integral (PCI) a través de la concientización de riesgos, el diagnóstico individual de los factores predisponentes al accidente y la estimulación de aptitudes y aptitudes.

El objetivo es generar un cambio en el comportamiento de los trabajadores que los lleve a actuar y decidir de manera más cautelosa, con el fin de evitar los accidentes que puedan suscitarse a causa de la falla humana.

Las fallas humanas son desviaciones importantes que van más allá de los patrones de comportamiento esperado y generan como consecuencia, accidentes o resultados inesperados. La necesidad de identificar a las personas que presentan inconvenientes aptitudinales o actitudinales ha acentuado la importancia de la Psicología como interventora en la medición psicológica y específica de los factores predisponentes al accidente.

“La Psicología de la Seguridad está orientada al desarrollo de los métodos de diagnóstico e  intervención, relativos a los factores que permitan disponer el componente de seguridad y de la conducta de tal modo que el riesgo de accidentes, enfermedades y daños a la salud se minimice y, si es posible, desaparezca” (Meliá, 1999).

“El desafío para una intervención exitosa de la psicología en el campo de la seguridad es identificar las conductas relacionadas a los accidentes, tanto seguras e inseguras” (Ugalde Bilbao, 2000).

El Programa Comportamental Integral supone tres etapas: Sensibilización, Evaluación Psicométrica y Talleres de Estimulación Cognitiva.

La Sensibilización para la Prevención otorga herramientas motivadoras a los trabajadores para generar una Cultura Preventiva desde lo individual (Autocuidado) en post de la reducción de accidentes. De esta manera los conductores podrán reconocer los errores que preceden al accidente, vincular y asociar el accidente con las consecuencias negativas, para sí mismos y el entorno y adoptar una conducta segura en el ámbito laboral y cotidiano.

En segundo lugar, la Batería Psicométrica identifica y reconoce los factores predisponentes al accidente: Percepción, Toma de Decisiones y Coordinación Motriz con el fin de identificar a aquellas personas que tienen dificultades y no lo saben, por lo tanto son propensas a tener accidentes. Este instrumento ofrece la posibilidad de realizar evaluaciones objetivas y mensurables de las diferentes aptitudes y actitudes de cada persona. Se realiza a través de cinco test que miden la Atención Concentrada, la Atención Discriminativa, la Velocidad de Anticipación, la Toma de Decisiones y la Coordinación Psicomotriz.

En algunos casos para estudiar el nivel de Fatiga del trabajador, se implementa el Test de Reacción Simple (TRS), un breve test que estudia la capacidad de Reacción Simple, un proceso que comienza en la recepción de un estímulo visual y finaliza en la generación de la respuesta motora a ese estímulo. A partir de los resultados se puede apreciar qué nivel de fatiga tiene el trabajador, el cual podría perjudicarlo e impedirle llevar a cabo cualquier tarea de manera correcta.

La última etapa del proceso está compuesta por los Talleres de Estimulación Cognitiva que están orientados a aquellas personas que presentan desvíos significativos en la evaluación, con el objetivo de estimular y ejercitar las diferentes aptitudes y actitudes que fueron exploradas. Se buscará potenciar las actitudes y aptitudes de los participantes, a  través del conocimiento de sus fortalezas y debilidades, así como sus posibilidades motrices, sensitivas y expresivas, adecuando su comportamiento a las normas de la Empresa, y de la Seguridad e Higiene, como también a sus competencias para la tarea que desempeña.

Los Talleres de Estimulación se realizan de manera grupal para enriquecer el intercambio de los participantes. Cuentan con material audiovisual, técnicas de la psicología y actividades lúdicas.

El PCI y las Evaluaciones Psicométricas vienen implementándose con éxito como una política de Seguridad e Higiene, desde el año 2004 en Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Ecuador, Colombia, Venezuela, Costa Rica, España, Indonesia y Eslovaquia tanto en el ámbito privado como en el ámbito público.

Lic. Giannina Bellone

Sistemas Reid

 

Bibliografía

  • Meliá J.L. (1999) Medición y métodos de intervención en Psicología de la Seguridad y Prevención de Accidentes. Revista de Psicología del Trabajo y las Organizaciones. 15, 2 p 237-266
  • Schultz D.P. (1985) Psicología Industrial. 3ra edición México DF: Nueva Editorial Interamericana
  • Ugalde Bilbao F. (2000) Psicología de la conducta y seguridad industrial: una alianza emergente. Protección y Seguridad. (24) 261, p18-21